Khloé Kardashian y la madre de la puerta de atrás


Cuando creías que lo habías visto todo, llega Khloé Kardashian y comparte con el mundo una foto tras haber parido a su hijo. Todo normal, de no ser porque ella NO ha parido a su hijo, sino que ha ALQUILADO el cuerpo de una mujer mediante la gestación subrogada para tener un bebé. Si esto ya de por sí es demencial y doloroso (en pleno siglo XXI, hay muchos países donde es legal esta práctica que permite usar como meros recipientes a las mujeres), el estupor y la vergüenza ajena aumentan cuando ves que Khloé se recochinea, acudiendo al hospital, metiéndose en una cama y simulando acabar de haber parido un bebé. 

Al ver la foto de Khloé, más allá de la frivolidad y de la mercantilización de las mujeres, lo primero que pensé fue en la verdadera madre del bebé. En cómo se sentiría. En los nueve meses de embarazo, sintiendo crecer un ser dentro de ti, con todo lo que eso implica para bien y para mal. Las noches sin dormir, los dolores, los vómitos, los llantos, el ver cómo tu cuerpo cambia. El llegar el día del parto y sentir las contracciones y el horrible dolor. Las eternas horas en el paritorio dando todo, hasta tu último aliento, para traer un niño al mundo. Y, entonces, lo ves. Lo sacan de dentro de ti, con su cara, sus manos y su llanto de recién nacido. Le dedicas una última mirada, aún dolorida y sudorosa, mientras las enfermeras lo cogen, lo apartan de ti, se lo llevan. Te quedas sola en la habitación, mientras a tu alrededor empiezan a recoger los materiales y nadie te mira. La enfermera recorre el pasillo con el bebé, lo lava y lo prepara, para entregárselo a la otra «madre». La madre que ha pagado por el cuerpo de otra mujer por mero capricho. La madre que ha estado 9 meses en su casa sin sufrir. La madre que se ha preparado cuidadosamente el outfit, un pijama de Chanel o de Valentino, peinado de peluquería, uñas postizas y maquillaje, para meterse en una cama de hospital. La madre que recibe a tu hijo en brazos, lo sostiene como a un desconocido y posa para la foto. Y tú, mientras, sola en el paritorio mientras nadie sabe que existes. Ya has hecho tu trabajo, ya han usado tu cuerpo. Pares, te pagan y te vas. Así de simple y así de horrible.

Parece una escena sacada de ‘El cuento de la criada’, pero no lo es. Esto no es ficción. Esto es el mundo que nos está quedando para nosotras, nuestras hijas y las que vendrán.

Acerca de Lidia Baños

Periodista. Feminista incansable.
Esta entrada fue publicada en Debate, Feminismo, Internet y etiquetada , , , , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente.

Una respuesta a Khloé Kardashian y la madre de la puerta de atrás

  1. Anna dijo:

    Los motivos que llevan a una mujer a ceder temporalmente su cuerpo, han de ser consecuencia de una situación desesperada. Y se pueden llegar a entender. Pero que otra mujer se aproveche de esta situación y la frivolice, esto no se puede entender.

Deja un comentario