‘Hija vieja’ (Javier Sachez), una mística venganza al patriarcado


La mayoría de libros de terror que suelen caer en mis manos pertenecen a autores y autoras extranjeras. Grato fue mi asombro cuando una de mis sorpresas literarias de 2023 me habló con acento extremeño y, además, me descubrió un interesante trasfondo feminista.

Hija vieja (2022) de Javier Sachez (Badajoz, 1970) utiliza la literatura histórica como canal para lanzar una firme crítica al patriarcado, que va cristalizándose en la sociedad de las distintas épocas. Desde el Vultimaco -pueblo ficticio español- de la posguerra hasta el Madrid de la actualidad, las mujeres son presentadas como víctimas de la dominación masculina. En el caso de antaño, con una violencia y ferocidad que estremecen.

Pero más allá de regocijarse y lamentarse en la violencia machista, Sachez utiliza los elementos sobrenaturales y el folclore fantástico para tejer la venganza de las mujeres. Para ello, se basa en la premisa del matriarcado, siguiendo la estela de autoras como Gioconda Belli en El país de las mujeres (2010), pero en este caso no desde una perspectiva política y de un sistema de gobierno utópico, sino mediante la fiereza de la violencia, un “ojo por ojo” muy satisfactorio para los lectores y lectoras.

Hay muchos aspectos que me han encantado de la novela, como la puesta en valor de las carreras de Humanidades, la investigación, el arte, la Historia. Lejos de hacerlo desde una óptima elitista, Sachez refuerza la idea de la importancia de conocer la cultura de nuestros antepasados para comprender nuestro presente y no repetir errores. Y son precisamente el estudio, la investigación y la cultura los que empujan a Penélope, la protagonista, a bucear en el pasado para cambiar el futuro.

La atmósfera terrorífica que empapa la novela te conduce en una historia muy ágil y adictiva y, sobre todo, que desprende sororidad. Independientemente de la época, la edad, el físico, la ocupación y las características de cada una de las mujeres que hablan y callan en Hija vieja, todas están unidas contra la misma problemática. La sororidad es intergeneracional, transversal y necesaria.

Creo que puede ser una lectura un tanto incómoda para según qué perfiles, que pueden sentir que se demoniza a todo el sexo masculino, pero es importante saber leer entre líneas. Es curioso que Hija vieja haya llegado a mí en un momento como el estreno de la película Barbie, que precisamente también plantea una utopía feminista y, en este caso, en lugar de la violencia, utiliza la sátira para ridiculizar y criticar el patriarcado. Ya sea con Margot Robbie en Barbieland, ya sea con Encarnación y su magia negra en las cuevas de Vultimaco, ambas son muy poderosas armas contra el machismo que no dejaré nunca de recomendar.

Acerca de Lidia Baños

Periodista. Feminista incansable.
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